A través de esta sección pretendemos dar a conocer el origen de nuestro patrimonio, de lo que existe o ha existido en nuestra Comparsa, utilizando la memoria de nuestros mayores.

Para comenzar, nos planteamos construir la casa por los cimientos; y eso es lo que vamos a tratar en este primer número, los cimientos de nuestra actual sede. Éstos, según palabras de uno de los promotores de la compra del mismo, fueron el primer local que adquirió la Comparsa, que estaba situado en la Calle Carrera, y que aún perdura en la memoria de muchos socios.

A través de esta sección pretendemos dar a conocer el origen de nuestro patrimonio, de lo que existe o ha existido en nuestra Comparsa, utilizando la memoria de nuestros mayores.

Para comenzar, nos planteamos construir la casa por los cimientos; y eso es lo que vamos a tratar en este primer número, los cimientos de nuestra actual sede. Éstos, según palabras de uno de los promotores de la compra del mismo, fueron el primer local que adquirió la Comparsa, que estaba situado en la Calle Carrera, y que aún perdura en la memoria de muchos socios.

A mediados de los 70, reunidos los socios de la Comparsa de Moros en Asamblea General, en el porche de D. Pedro Valdés Náger (lugar que hoy nos parece peculiar, pero que entonces era habitual), se aprobó por mayoría la adquisición del local de la primera planta del edificio sito en Calle Carrera nº 4, 1º piso y que por entonces se encontraba en construcción.

El pago del mismo, a cargo de los socios a través de una derrama que aún perdura: las famosas 2.000 pesetas de entonces, todavía se pagan en concepto de aportación voluntaria.

En aquellos años la Junta Directiva estaba formada por Francisco Gil Riera “El Foraqueta” , Francisco Herrero Chico “El Topino” y Antonio Estevan López “el de la Viuda”, entre otros.

Joaquín Chico Ponce “el Moreno”, colaborador de dicha Directiva, fue el encargado, junto con Alejandro Perseguer (aparejador de la obra) y Francisco Ochoa “Paco el de Carlos”, de reforzar las vigas con el fin de poder celebrar allí los refrescos y alojar a los músicos.

El mencionado local constaba de un salón, cocina, aseos y dormitorios para los músicos. Todo un lujo en aquella época, ya que éstos se alojaban en las casas de los festeros. Se adquirieron las camas para los mismos en Novelda y las sábanas y mantas en Bocairente, de muy buena calidad, para que no pasaran frío.

Además, gracias a la aportación de los socios Joaquín Chico Ponce “el Moreno” y José Vidal Rico “el Pinosero” se pudo contar con una mesa de ping-pong y otra de billar para jugar los sábados, siendo un éxito dicha iniciativa. La mesa de billar, restaurada y acondicionada, es la actual mesa de despacho que se encuentra en el salón de la primera planta de nuestra sede social.

Como anécdota podemos contar que las camas de los músicos se prestaron durante varios años a los Moros Nuevos de Villena a cambio de su carroza. ¡La necesidad de aquella época agudizaba el ingenio! Cada socio además de su derrama aportó su silla. Sí, su silla, que utilizabacada vez que acudía al local. Así, entre todos y con no poco esfuerzo, se pudo amueblar.

Un primer local que sirvió de sede a nuestra Comparsa durante dos Fiestas, pero se nos quedaba pequeño. Su capacidad no era sufi ciente para acoger a todos los socios y se empezó a buscar posibles casas lo sufi cientemente grandes para la Comparsa.

Después de muchos sueños y gestiones y varias tentativas de compra, Joaquín Chico Ponce, nuevo Presidente de los Moros elegido en la Asamblea General del día del Cabildo de 1976, localizó “la casa” que es nuestra actual sede. “El Moreno” vio en su fachada un cartel: “SE VENDE 600 m2”, se emocionó intuyendo las posibilidades que ofrecía y se puso “manos a la obra”. La mencionada casa era propiedad de Julia Gaurvert y a través de Anita “la del Divino”, amiga de la propietaria, Joaquín se reunió en casa de Anita con Julia y su esposo, Manolo. Estos le comunicaron que habían encargado la venta a varias personas, siendo una de ella Blas “el Colorao”, socio de los Moros. El precio: 3.600.000 pesetas.

Hechas las gestiones pertinentes, por fín, el 24 de Abril de 1977, en el punto segundo del Orden del Día de la Asamblea General Ordinaria, se autoriza al Presidente para la adquisición de la casa sita en la Calle San Sebastián nº 16, iniciándose así los trámites oportunos para la compra.

La venta del local de la Calle Carrera posibilitó la adquisición de nuestra actual sede social. Pero esto es… Otra historia que les contaremos más adelante.

Agradecemos la colaboración en este artículo de Joaquín Chico Ponce.